EL DIA 9 DE JUNIO DE 1506
MATILLA
DE ARZON, RECIBIO LA VISITA REAL DEL REY FERNANDO “EL CATOLICO”
CON SU
SEQUITO Y CABALLEROS QUE LE ACOMPAÑABAN, EN NUMERO DE UNOS 200 PERSONAJES CON
SUS RESPECTIVAS CABALLERIAS, PARTIENDO HACIA EL ENCUENTRO CON SU HIJA LA REINA JUANA “LA LOCA” Y SU MARIDO EL REY FELIPE EL “HERMOSO” el día 11 de
junio.
(De la “HISTORIA DEL
REY DON FERNANDO EL CATÓLICO: DE LAS EMPRESAS Y LIGAS DE ITALIA”. LIBRO VII.)
Rey Fernando "el Católico"
Rey Felipe "el Hermoso"
Reina Juana "la Loca"
La Reina
Isabel “La Catolica”, había muerto recientemente el 26 de noviembre de 1504.
Matilla
de Arzón, es uno de sus lugares de paso que se “atreve” a dar
acogida al rey Fernando, al estar esta Villa amparada por el “Marquesado de Villafranca” que formaba parte
del séquito del rey Fernando. En esas fechas, el recién estrenado rey de España
Felipe “el Hermoso” casado con Juana “La Loca” llegaban de Flandes a
tomar posesión de sus derechos y su entrada la estaban realizando desde el
puerto de La Coruña por tierras de Orense, Verín, Sanabria y Benavente.
El objetivo del rey Fernando era
afianzar una nueva Concordia entre los herederos al trono y el mismo, como
regente del Reino de Castilla hasta su llegada. Esta Concordia terminará
firmándose con el apelativo de “Concordia
de Villafáfila”, el lugar donde se firma la misma por ambos reyes.
Una vez que el Rey Fernando se entera del camino de entrada del rey Felipe, el Rey Católico, da poderes que entrega el rey Fernando a Cisneros en Villafranca el 2 de junio, son universales para que el arzobispo negocie y firme lo que crea más conveniente, manifestándole el rey su entera confianza:
"Don Fernando rey de Aragón, de las dos Sicilias, de Jerusalen, de Valencça, de Mayorça, de Çerdeña, Conde de Barcelona, Señor de Indias de mar Occéano, duque de Atthenas, y de Neopatrioa, Conde del Rosellón y de Çerdeña, marqués de Oristan y de Gociano, administrador y gobernador perpetuo de los reynos de Castilla y León y de Granada, considerando que ninguna cosa hay más natural y devida que haver mucho amor y unión y concordia entre padres y fijos, ny cosas más grave que lo contrario desto,….” Dada en la villa de Villafranca de Valcácer a dos días del mes de junio, año del nascimiento de nro salvador jesucristo de mil e quinientos y seys años.
El rey Fernando se pasó después de Villafranca -donde se encontraba- a La Bañeza, a siete del mes de junio: de donde proveía todo lo necesario, para reducir las cosas a buenos términos, por medio del arzobispo de Toledo, porque decían, que el rey, y reina -sus hijos- venían hacia Benavente, él se iría a Toro, por estar cerca dellos: cuando al arzobispo le pareciese, que las vistas fuesen en Benavente, él se fiaría del conde -de Benavente-, con la seguridad que el arzobispo tomaría.
¿Entonces, porque no se instala el rey Fernando en las ciudades de Astorga o Benavente (Alonso Pimentel y Pacheco, conde de Benavente, Alvar Pérez Osorio III marques de Astorga)? El rey Felipe había dado instrucciones a los citados, que no permitieran su paso al rey Fernando y no le prestaran ayudas, pues existía desconfianza mutua por ambas partes: del rey Fernando por la situación de maltrato que estaba recibiendo la reina Juana por su marido, recluyéndola e incomunicándola con cualquier persona que no fuera de la confianza total de su marido; del rey Felipe: por la intromisión de su suegro en la administración del reino castellano.
Que podía ofrecer la Villa de Matilla a la corte del rey
Fernando?: alojamiento y comida en un territorio amigo; posiblemente alguna
adhesión de caballeros al séquito real. Matilla contaba en esas fechas con un
Palacio del Marques y la Fortaleza defensiva, que alojaría a parte del séquito y usarían sus caballerizas; además, la MARQUESA tenía cinco casas de su propiedad. Estos alojamientos
no serían suficientes para todo el equipo de personas que le acompañaba, lo que
es muy posible que se habrían ofrecido cama en casas particulares a un numero
indeterminado de personas; si bien es conocido que era normal llevar equipo de
intendencia para alojamiento en situación de zonas despobladas. Algunos de los
grandes personajes que acompañaban al rey Fernando: El Duque de Alba: Don Pedro Alvarez de
Toledo, Birrey de Nápoles,… y esposo
de Dña María Osorio y Pimentel , II
Marquesa de Villafranca; Hernando de Vega Señor de Grajal y comendador de
Castilla; Garcilaso de la Vega: comendador de León y Maestre de la Orden de
Santiago; Fadrique Enriquez de Velasco el Almirante de Castilla;…
Don Pedro de Toledo, II Marques y Sr de Matilla
II Duque de Alba (padre de Don Pedro, II Marques y Sr de Matilla)
Garcilaso de la Vega hijo, afamado poeta castellano
Desde La Bañeza se fue el Rey
Católico a Matilla: y allí estuvo a
nueve del mes de junio: y así iba entreteniendo el tiempo: esperando alguna
resolución: pero cuanto más se procuraba, más dificultosa parecía la Concordia:
y la reina estaba más encerrada, y retraída de lo que solía: y no dejaban
hablar con ella, sino a persona de quien tenían gran confianza: el rey Felipe
dilataba los encuentros con su suegro todo lo que podía y ya tomaba decisiones
de gobierno que suponían desconfianza hacia las instituciones instauradas por
sus suegros: solamente por remover los
que estaban puestos de mano del rey.
El rey Fernando llega hasta Matilla de Arzón, primer pueblo de la actual provincia de Zamora, donde se halla el 9 de junio[31] y allí parece que cambia de opinión y toma la decisión de forzar los acontecimientos y no esperar a que se firmara una buena concordia para entrevistarse con su yerno, sino buscar cuanto antes el encuentro y mediante la persuasión tratar de limar las grandes diferencias que entre ellos existían. Las causas que no le movieron a este cambio de actitud[32] fueron principalmente:
"viendo entonces el Rey junto casi todo el Reyno contra si,... y deseauan ver mudança en las cosas de gouierno; y considerando quan solo quadaua, y que estava tan apartado de sus Reynos, y que es esta sazón no auía preuenido al Rey de Francia, para lo que le pudiera valer el aquel caso, y también que en estos Reynos no se auía hecho níngun aparejo de guerra, y sobre todo, sospechando que el Gran Capitán estaua prendado, en lo que tocaua al Reyno de Nápoles, y que si se supiesse por acá en guerra, aquello passaua mucho peligro de perderse:
por todas estas causas acordó de disimular".
E insistiendo en su voluntad de encuentro con sus hijos, le escribió a Felipe, diciéndole por medio de un mensajero que:
"pues tardaua tanto su venida a Benavente, él se quería ir a ver con él a do quisiera que le topase".
Mientras tanto envío un embajador al Rey de Francia para afianzar la alianza que tenían suscrita, y pedirle que en caso de que las negociaciones con su yerno acabaran en discordia:
"entonces que el Rey de Francia le pussiese en sus estados de Flandes, toda la necesidad y guerra que pudiese".
[31] A.C.A. Registros. C. 3670.
[32] Zurita J. 1580: 60.
Estando las cosas en estos términos,
don Pedro de Ayala, y Gutiérre Gómez de Fuensalida fueron al rey don Felipe con
una carta del Rey Fernando, para que tuviese por bien que se viesen.
A medida que trascurrían los días,
los grandes hombres de confianza del rey
Fernando se iban pasando al bando del nuevo rey Felipe hasta verse con muy
pocos apoyos. El duque de Alba estuvo al
servicio del rey Fernando: habiéndole dejado ya el condestable de Castilla su
yerno, y otros grandes: a quien él había hecho tanta merced: que es uno de los
ejemplos muy raros de fidelidad, y gratitud, que se puede reducir a la memoria
de aquellos tiempos. En esta sazón que entendió el rey, cuán mal encaminadas
iban las cosas, envió por su embajador a Francia un caballero aragonés, que se
decía Jaime de Albión: para que declarase al rey Luis, que había de preferir su
amistad a todas las del mundo: y para que procurase, que tuviese siempre en
continuo temor al rey don Felipe
Había
llegado en este tiempo el rey don Felipe a Verín: el Rey Fernando escribió al
arzobispo de Toledo (su embajador en la negociación de la Concordia), que su
ida no se podía excusar, que aquello fuese de la manera, que más contentamiento
recibiese: porque él estaba determinado de verle en todo caso.
Pero como el rey todavía insistiese
en su camino, llegando muy cerca para verse con él, estando en Rionegro del Puente (Zamora), a trece del mes de
junio, supo que las cosas se ponían en plática de concordia . Esta fecha,
nos hace suponer que el cortejo real partiría de Matilla dos días antes del día
trece, lo que la visita a esta Villa, sería
de tres días.
Pedro Mártir de
Anglería en su carta al Conde de Tendilla y al Arzobispo de Granada, citada
anteriormente, les da cuenta de la entrevista :
“Preceden a Felipe ante los ojos
del suegro, en perfecta formación, cerca de mil flamencos armados, quienes
rodean a Fernando como si lo quisieran prender y llevárselo prisionero.
Aparece, por fin, Felipe. Suegro y yerno empiezan a andar para salir el uno al
encuentro del otro, el primero sin arma alguna, el segundo completamente armado. Desde
lejos parecía que el yerno hablaba al suegro en tonos áspeos y hostiles. Yo así
lo deducía de la manera de gesticular de Felipe.
Alcocer continúa su narración :
“Passado
esto, los Reyes se juntaron e vinieron a hablarse. El Rei Don Fernando iba
vestido de grana morada y un quartago castaño y el Rei Don Phelipe venia
vestido de terçiopelo con franxas de oro y brocado
La versión que da nos da Zurita de la entrevista es la
siguiente:
“De Asturianos, y la Puebla
salieron los Reyes á verse en un robledal en unos baruechos de una alqueria que
llaman Remessal, con harta desigualdad del aconpañamiento, porque el Rey
Catholico iba con los suyos en habito de paz, y el Rey su yerno venia con gran
aparato, y estruendo de gente de guerra, Alemanes y Flamencos ...
Ya
de retorno hacia Villafafila: El rey
Fernando desde Remesal a Villafáfila sabemos por Zurita que el día 21 de junio
se hallaba en Santa Marta de Tera cuando envió una carta a Gonzalo Fernández de
Córdova.
La
posibilidad de que el lugar ofrecido fuera Villafáfila se debería a que el rey
podía allí esperar la llegada de Felipe a Benavente, cómodamente asentado en
una villa de la Orden de Santiago, de la que era su Administrador.
Los
tratos de la Concordia fueron llevados a cabo por don Juan Manuel, el arzobispo
Cisneros y Juan de Luxemburgo, señor de Wilt,
camarero mayor de los reyes.
Anécdota de esos días nos cuenta Fernández de Retana,
siguiendo a Gómez de Castro:
“el Rei Don Phelipe vino a
Venavente, adonde el Conde le hiço grandes fiestas, y alli quisiera el Rei
çelebrar las cortes y detener a la Reina, si no lo estorvara una cosa que
adelante dire, ... estando el Rei e la Reina en la villa de Venavente, un dia,
despues de comer, la Reina se quiso ir al bosque de los Pavos a holgar y
fueron, con su liçençia, el Conde de Venavente y el Marques de Villena y estuvo
alla buen rato. El Rei estava a este tiempo en Palaçio. La Reina, como huvo
estado en la guelga un buen rato, vinose a la villa a casa de una Pastelera y
alli se sento en el umbral de la puerta, porque alguno la aviso que la queria
el Rei dexar en Benavente y governar el solo y, como aquesto le dixeron a el
Rei, se fue a donde la Reina estava, a la qual el, ni los grandes, pudieron
mover de alli, a donde durmio, no sin grande alvoroto de toda la corte que
deçian que el Rei Don Fernando, su Padre, venia por ella, y ansi estuvo la
guardia del Rei, de dos mil hombres Alemanes, toda la noche en guarda de su
Alteza” ( Alcocer : 269 ).
“Celebrándose
con motivo de la llegada del Rey Felipe, grandes festejos en Benavente, que
duraron quince días. Ocurrió en uno de ellos un curioso suceso. Llegó Cisneros a
la plaza de la ciudad con parte de su séquito, a tiempo que iba a dar comienzo
la corrida de toros,….
Bibliografía:
- Crónicas y la Historia del rey don Fernando el Católico: De las empresas y ligas de Italia. Libro VII.
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