Matilla de Arzón

Matilla de Arzón
Vistas del municipio de Matilla de Arzón desde las dehesas junto a La Mata -al otro lado del rio Esla-.

martes, 30 de julio de 2019

EL REY FERNANDO "EL CATÓLICO" VISITA MATILLA DE ARZÓN



EL DIA 9 DE JUNIO DE 1506

MATILLA DE ARZON, RECIBIO LA VISITA REAL DEL REY FERNANDO “EL CATOLICO”

CON SU SEQUITO Y CABALLEROS QUE LE ACOMPAÑABAN, EN NUMERO DE UNOS 200 PERSONAJES CON SUS RESPECTIVAS CABALLERIAS, PARTIENDO HACIA EL ENCUENTRO CON SU HIJA LA REINA JUANA “LA LOCA” Y SU MARIDO EL REY FELIPE EL “HERMOSO” el día 11 de junio.


(De la   “HISTORIA DEL REY DON FERNANDO EL CATÓLICO: DE LAS EMPRESAS Y LIGAS DE ITALIA”. LIBRO VII.)


Rey Fernando "el Católico"

Rey Felipe "el Hermoso"



Reina Juana "la Loca"

La Reina Isabel “La Catolica”, había muerto recientemente el 26 de noviembre de 1504.

        Matilla de Arzón, es uno de sus lugares de paso que se “atreve” a dar acogida al rey Fernando, al estar esta Villa amparada por el  “Marquesado de Villafranca” que formaba parte del séquito del rey Fernando. En esas fechas, el recién estrenado rey de España Felipe “el Hermoso” casado con Juana “La Loca” llegaban de Flandes a tomar posesión de sus derechos y su entrada la estaban realizando desde el puerto de La Coruña por tierras de Orense, Verín, Sanabria y Benavente.

    El objetivo del rey Fernando era afianzar una nueva Concordia entre los herederos al trono y el mismo, como regente del Reino de Castilla hasta su llegada. Esta Concordia terminará firmándose con el apelativo de “Concordia de Villafáfila”, el lugar donde se firma la misma por ambos reyes.

         Una vez que el Rey Fernando se entera del camino de entrada del rey Felipe, el Rey Católico, da poderes que entrega el rey Fernando a Cisneros en Villafranca el 2 de junio, son universales para que el arzobispo negocie y firme lo que crea más conveniente, manifestándole el rey su entera confianza:

       "Don Fernando rey de Aragón, de las dos Sicilias, de Jerusalen, de Valencça, de Mayorça, de Çerdeña, Conde de Barcelona, Señor de Indias de mar Occéano, duque de Atthenas, y de Neopatrioa, Conde del Rosellón y de Çerdeña, marqués de Oristan y de Gociano, administrador y gobernador perpetuo de los reynos de Castilla y León y de Granada, considerando que ninguna cosa hay más natural y devida que haver mucho amor y unión y concordia entre padres y fijos, ny cosas más grave que lo contrario desto,….” Dada en la villa de Villafranca de Valcácer a dos días del mes de junio, año del nascimiento de nro salvador jesucristo de mil e quinientos y seys años.

 

       El rey Fernando se pasó después de Villafranca -donde se encontraba- a La Bañeza, a siete del mes de junio: de donde proveía todo lo necesario, para reducir las cosas a buenos términos, por medio del arzobispo de Toledo, porque decían, que el rey, y reina -sus hijos- venían hacia Benavente, él se iría a Toro, por estar cerca dellos: cuando al arzobispo le pareciese, que las vistas fuesen en Benavente, él se fiaría del conde -de Benavente-, con la seguridad que el arzobispo tomaría.


        ¿Entonces, porque no se instala el rey Fernando en las ciudades de Astorga o Benavente (Alonso Pimentel y Pacheco, conde de Benavente, Alvar Pérez Osorio III marques de Astorga)? El rey Felipe había dado instrucciones a los citados, que no permitieran su paso al rey Fernando y no le prestaran ayudas, pues existía desconfianza mutua por ambas partes: del rey Fernando por la situación de maltrato que estaba recibiendo la reina Juana por su marido, recluyéndola e incomunicándola con cualquier persona que no fuera de la confianza total de su marido; del rey Felipe: por la intromisión de su suegro en la administración del reino castellano.


          Que podía ofrecer la Villa de Matilla a la corte del rey Fernando?: alojamiento y comida en un territorio amigo; posiblemente alguna adhesión de caballeros al séquito real. Matilla contaba en esas fechas con un Palacio del Marques  y la Fortaleza defensiva, que alojaría a parte del séquito y usarían sus caballerizas; además, la MARQUESA tenía cinco casas de su propiedad. Estos alojamientos no serían suficientes para todo el equipo de personas que le acompañaba, lo que es muy posible que se habrían ofrecido cama en casas particulares a un numero indeterminado de personas; si bien es conocido que era normal llevar equipo de intendencia para alojamiento en situación de zonas despobladas. Algunos de los grandes personajes que acompañaban al rey Fernando:  El Duque de Alba: Don Pedro Alvarez de Toledo, Birrey de Nápoles,…  y esposo de Dña María Osorio y Pimentel , II Marquesa de Villafranca; Hernando de Vega Señor de Grajal y comendador de Castilla; Garcilaso de la Vega: comendador de León y Maestre de la Orden de Santiago; Fadrique Enriquez de Velasco el Almirante de Castilla;…

                                              Don Pedro de Toledo, II Marques y Sr de Matilla

II Duque de Alba (padre de Don Pedro, II Marques y Sr de Matilla)
Garcilaso de la Vega hijo, afamado poeta castellano

          Desde La Bañeza se fue el Rey Católico a Matilla: y allí estuvo a nueve del mes de junio: y así iba entreteniendo el tiempo: esperando alguna resolución: pero cuanto más se procuraba, más dificultosa parecía la Concordia: y la reina estaba más encerrada, y retraída de lo que solía: y no dejaban hablar con ella, sino a persona de quien tenían gran confianza: el rey Felipe dilataba los encuentros con su suegro todo lo que podía y ya tomaba decisiones de gobierno que suponían desconfianza hacia las instituciones instauradas por sus suegros:  solamente por remover los que estaban puestos de mano del rey.

       El rey Fernando llega hasta Matilla de Arzón, primer pueblo de la actual provincia de Zamora, donde se halla el 9 de junio[31] y allí parece que cambia de opinión y toma la decisión de forzar los acontecimientos y no esperar a que se firmara una buena concordia para entrevistarse con su yerno, sino buscar cuanto antes el encuentro y mediante la persuasión tratar de limar las grandes diferencias que entre ellos existían. Las causas que no le movieron a este cambio de actitud[32] fueron principalmente:


   "viendo entonces el Rey junto casi todo el Reyno contra si,... y deseauan ver mudança en las cosas de gouierno; y considerando quan solo quadaua, y que estava tan apartado de sus Reynos, y que es esta sazón no auía preuenido al Rey de Francia, para lo que le pudiera valer el aquel caso, y también que en estos Reynos no se auía hecho níngun aparejo de guerra, y sobre todo, sospechando que el Gran Capitán estaua prendado, en lo que tocaua al Reyno de Nápoles, y que si se supiesse por acá en guerra, aquello passaua mucho peligro de perderse: 

por todas estas causas acordó de disimular".

    E insistiendo en su voluntad de encuentro con sus hijos, le escribió a Felipe, diciéndole por medio de un mensajero que:

    "pues tardaua tanto su venida a Benavente, él se quería ir a ver con él a do quisiera que le topase".

    Mientras tanto envío un embajador al Rey de Francia para afianzar la alianza que tenían suscrita, y pedirle que en caso de que las negociaciones con su yerno acabaran en discordia: 

"entonces que el Rey de Francia le pussiese en sus estados de Flandes, toda la necesidad y guerra que pudiese".

[31] A.C.A. Registros. C. 3670.

[32] Zurita J. 1580: 60.          


        Estando las cosas en estos términos, don Pedro de Ayala, y Gutiérre Gómez de Fuensalida fueron al rey don Felipe con una carta del Rey Fernando, para que tuviese por bien que se viesen.

          A medida que trascurrían los días, los grandes hombres  de confianza del rey Fernando se iban pasando al bando del nuevo rey Felipe hasta verse con muy pocos apoyos. El duque de Alba estuvo al servicio del rey Fernando: habiéndole dejado ya el condestable de Castilla su yerno, y otros grandes: a quien él había hecho tanta merced: que es uno de los ejemplos muy raros de fidelidad, y gratitud, que se puede reducir a la memoria de aquellos tiempos. En esta sazón que entendió el rey, cuán mal encaminadas iban las cosas, envió por su embajador a Francia un caballero aragonés, que se decía Jaime de Albión: para que declarase al rey Luis, que había de preferir su amistad a todas las del mundo: y para que procurase, que tuviese siempre en continuo temor al rey don Felipe

     Había llegado en este tiempo el rey don Felipe a Verín: el Rey Fernando escribió al arzobispo de Toledo (su embajador en la negociación de la Concordia), que su ida no se podía excusar, que aquello fuese de la manera, que más contentamiento recibiese: porque él estaba determinado de verle en todo caso.
      Pero como el rey todavía insistiese en su camino, llegando muy cerca para verse con él, estando en Rionegro del Puente (Zamora), a trece del mes de junio, supo que las cosas se ponían en plática de concordia . Esta fecha, nos hace suponer que el cortejo real partiría de Matilla dos días antes del día trece, lo que la visita a  esta Villa, sería de tres días.

          Pedro Mártir de Anglería en su carta al Conde de Tendilla y al Arzobispo de Granada, citada anteriormente, les da cuenta de la entrevista :

          Preceden a Felipe ante los ojos del suegro, en perfecta formación, cerca de mil flamencos armados, quienes rodean a Fernando como si lo quisieran prender y llevárselo prisionero. Aparece, por fin, Felipe. Suegro y yerno empiezan a andar para salir el uno al encuentro del otro, el primero sin arma alguna, el segundo completamente armadoDesde lejos parecía que el yerno hablaba al suegro en tonos áspeos y hostiles. Yo así lo deducía de la manera de gesticular de Felipe.

                                Alcocer continúa su narración :
          Passado esto, los Reyes se juntaron e vinieron a hablarse. El Rei Don Fernando iba vestido de grana morada y un quartago castaño y el Rei Don Phelipe venia vestido de terçiopelo con franxas de oro y brocado



La versión que da nos da Zurita de la entrevista es la siguiente:

           “De Asturianos, y la Puebla salieron los Reyes á verse en un robledal en unos baruechos de una alqueria que llaman Remessal, con harta desigualdad del aconpañamiento, porque el Rey Catholico iba con los suyos en habito de paz, y el Rey su yerno venia con gran aparato, y estruendo de gente de guerra, Alemanes y Flamencos ...
          Ya de retorno hacia Villafafila: El rey Fernando desde Remesal a Villafáfila sabemos por Zurita que el día 21 de junio se hallaba en Santa Marta de Tera cuando envió una carta a Gonzalo Fernández de Córdova.
          La posibilidad de que el lugar ofrecido fuera Villafáfila se debería a que el rey podía allí esperar la llegada de Felipe a Benavente, cómodamente asentado en una villa de la Orden de Santiago, de la que era su Administrador.
          Los tratos de la Concordia fueron llevados a cabo por don Juan Manuel, el arzobispo Cisneros y Juan de Luxemburgo, señor de Wilt, camarero mayor de los reyes.

Anécdota de esos días nos cuenta Fernández de Retana, siguiendo a Gómez de Castro:

           “el Rei Don Phelipe vino a Venavente, adonde el Conde le hiço grandes fiestas, y alli quisiera el Rei çelebrar las cortes y detener a la Reina, si no lo estorvara una cosa que adelante dire, ... estando el Rei e la Reina en la villa de Venavente, un dia, despues de comer, la Reina se quiso ir al bosque de los Pavos a holgar y fueron, con su liçençia, el Conde de Venavente y el Marques de Villena y estuvo alla buen rato. El Rei estava a este tiempo en Palaçio. La Reina, como huvo estado en la guelga un buen rato, vinose a la villa a casa de una Pastelera y alli se sento en el umbral de la puerta, porque alguno la aviso que la queria el Rei dexar en Benavente y governar el solo y, como aquesto le dixeron a el Rei, se fue a donde la Reina estava, a la qual el, ni los grandes, pudieron mover de alli, a donde durmio, no sin grande alvoroto de toda la corte que deçian que el Rei Don Fernando, su Padre, venia por ella, y ansi estuvo la guardia del Rei, de dos mil hombres Alemanes, toda la noche en guarda de su Alteza” ( Alcocer : 269 ).
Celebrándose con motivo de la llegada del Rey Felipe, grandes festejos en Benavente, que duraron quince días. Ocurrió en uno de ellos un curioso suceso. Llegó Cisneros a la plaza de la ciudad con parte de su séquito, a tiempo que iba a dar comienzo la corrida de toros,….

Bibliografía:

- Crónicas y la Historia del rey don Fernando el Católico: De las empresas y ligas de Italia. Libro VII.
































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